Ignacio IV (Hazim) de Antioquía

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Patriarca Ignacio IV (Hazim) de Antioquía

Su Beatitud Patriarca Ignacio IV (Hazim) de Antioquía y de todo Oriente (n. 1921 - m. 5 de diciembre 2012 este el centésimo décimo séptimo sucesor de San Pedro en la Sede de Antioquia.

Biografía

Nació en 1921 en la aldea de Mhardey cerca de Hama en Siria. Es hijo de una piadosa familia ortodoxa y desde pequeño se sintió atraído a los servicios litúrgicos. Decidió estudiar en Beirut, Líbano, la carrera de Filosofía y estando allí ingresó al servicio de la Diócesis Ortodoxa local como colaborador del Santo Altar y luego fue ordenado al Diaconado. En 1945 partió a París donde estudió Teología en el Instituto de Saint Serge. Desde la época de sus estudios en Francia, el deseo que movió su corazón fue descubrir las fuentes de la Fe, sacar la Ortodoxia de su gueto, descubrir en ella la Santa Tradición y dar respuestas vivas para los problemas de la vida moderna. Al volver al Medio Oriente, fundó el Seminario Teológico de Balamand, en Líbano, en el cual sirvió por algunos años como Decano. Mientras detentaba dicho cargo, buscó entregar al Patriarcado líderes responsables por medio de un entrenamiento espiritual e intelectual, para que fueran testigos de una profunda fe personal.

Fue ordenado obispo en 1961 y Metropolitano de Lattakia en Siria en 1970. Este nuevo Metropolitano fue conocido por su amistosa manera de vivir, su profunda fe y su coraje en el servicio. Fue simple, directo y con los pies sobre la tierra. Su estilo rompió con la antigua tradición del alejamiento episcopal e inauguró la auténtica práctica de recibir la Santa Comunión con frecuencia. El 2 de julio de 1979, bajo el nombre de Ignacio IV, se convirtió en el Patriarca Ortodoxo de Antioquía, el tercer rango jerárquico de la Iglesia Ortodoxa, después de los Patriarcas de Constantinopla y Alejandría. Después de su elección, el Patriarca dijo:

“Conozco que seré juzgado si no llevo la Iglesia y a cada uno de vosotros en mi corazón. Me es imposible dirigirme a ustedes como si fuera diferente a ustedes. Ninguna diferencia nos separa, soy una parte integral vuestra; estoy en ustedes y les pido que estén en mí. Porque el Señor viene, el Espíritu desciende sobre los hermanos reunidos, juntos en comunión, y así se manifiesta una gran diversidad de carismas en la unidad del Espíritu."

Como Patriarca, ha dado un nuevo dinamismo al Santo Sínodo, y ha exhortado a los obispos a que estén cerca del pueblo y que sean motivados por el desarrollo de la vida espiritual y organizativa de la Iglesia, separándola de las facciones políticas. Por sobre todo, el Patriarca ha buscado y hasta ahora busca pastores que sean dedicados al llamado espiritual que recibieron así como él un día lo recibió.