Theotokos de Vladimir
La Theotokos de Vladimir (Vladimirskaya) es uno de los iconos ortodoxos más conocidos y venerados. En la actualidad se encuentra en la Galería Tretyakov de Moscú, Rusia.
Historia
La tradición dice que este ícono de la Madre de Dios fue pintado por el evangelista Lucas en un tablero de una mesa en la que el Salvador comían juntos con su Santísima Madre y el justo José. La Madre de Cristo, al ver esta imagen, exclamó: "Desde ahora, todas las generaciones me llamarán bienaventurada. La gracia de tanto mi Hijo como yo estará con este icono." El icono fue trasladado de Constantinopla (Bizancio) a Kiev. En 1155 el príncipe Andréi Bogolubski se lo llevó a Vladímir, capital del noroeste de Rusia (a lo que se debe su nombre), donde se conservó durante mucho tiempo. Después de la victoria de los rusos sobre los tártaros (que se le adjudicó a la ayuda de la Virgen) y con el enaltecimiento de Moscovia, el icono fue colocado en la Catedral de la Asunción del Kremlin de Moscú.
La imagen de "La Virgen de Vladímir" fue muy popular en la Rusia Antigua. Los maestros rusos crearon numerosas obras tomando como modelo este icono donde el Niño se aprieta a la mejilla de su madre en muda caricia (en la iconografía rusa este modo de presentar a la Santa Madre lleva el nombre de "La Ternura", Eleusa).
El ícono
Las capas más antiguas de pintura se conservaron principalmente en los rostros de la Virgen y del Niño. Casi todo lo demás es pintura posterior de los siglos XIII al XVI. El icono está pintado en tablas con pintura mineral y vegetal muy consistente, disuelta en yema de huevo (temple). Las figuras de María y del Niño Jesús se hallan unidas por la suave linea del contorno. El rostro de la madre, cariñoso y severo al mismo tiempo, está pincelado con finura y delicadeza sorprendentes, los cambios de color son casi imperceptibles. Resaltan sus ojos grandes, llenos de profunda pena e inmensa angustia por el destino de su hijo.