Alfa y Omega
Alfa y Omega: Primera y última letra del alfabeto griego. En el lenguaje del Nuevo Testamento, con esta expresión se alude a Dios como principio y fin del mundo y de la historia, a su perfección y eternidad manifestada en Cristo. Así en el Apocalipsis:
"Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, `Aquel que es, que era y que va a venir´, el Todopoderoso" (Ap 1, 8)
"Me dijo también: Hecho está; yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin; al que tenga sed, yo le daré gratuitamente del manantial del agua de la vida" (Ap 21, 6)
"Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin" (Ap 22, 13)
Que tiene sus correlatos anteriores en el libro de Isaías:
"¿Quién lo realizó y lo hizo? El que llama a las generaciones desde el principio: yo, Yavéh, el primero, y con los últimos yo mismo" (Is 41, 4)
"Así dice el rey de Israel y su redentor, Yahvéh Sebaot: "Yo soy el primero y el último, fuera de mí, no hay ningún dios" (Is 44, 6)
Símbolo muy usado en el cristianismo, también se halla en otras religiones y culturas en el sentido de algo absoluto y acabado.
En la ilustración de arriba, a ambos lados del Pantocrator (San Clemente de Tahull; Museo de Arte de Cataluña; pinturas datadas en 1123) se ven ambos símbolos; la Alfa a la izquierda y la Omega a la derecha.