Patriarcado Greco Ortodoxo de Antioquía y de todo Oriente الكنيسة الأرثوذكسية الأنطاك | |
Monasterio de Nuestra Señora de Balamand | |
Fundador | Apóstoles Pedro y Pablo. |
Autocefalía/Autonomia | Tradicional. |
Reconocimiento | Tradicional. |
Primado actual | Su Beatutud Patriarca Ignacio IV |
Sede | Damasco, Siria |
Territorio principal | Siria, Líbano, Irán, Iraq, Kuwait, parte de Turquía. |
Territorio presencial | Canadá, Estados Unidos, Centro y Sud América, Australia, Nueva Zelanda, Oceania, Gran Bretaña, Europa occidental |
Lenguas litúrgicas | |
Calendario | |
Tradición musical | |
Población estimada | |
Sitio web oficial | www.antiochpat.org/ |
La Iglesia Ortodoxa de Antioquía es uno de los cinco patriarcados (es decir, la Pentarquía) que constituían la Una Iglesia Santa, Católica y Apostólica antes del cisma entre Roma y Antioquía en 1098, y entre Roma y los otros patriarcados alrededor del mismo período general. Hoy es una de las iglesias Ortodoxas autocéfalas. En las traducciones de documentos oficiales al español, la Iglesia de Antioquía se refiere a sí misma como el Patriarcado Greco Ortodoxo de Antioquía y todo Oriente. Una traducción literal del nombre árabe (impuesto en ella por la ley otomana y retenido hasta hoy en día por los varios sucesores políticos a los otomanos) es el Patriarcado Ortodoxo Romano de Antioquía y todo Oriente.
La Iglesia de Antioquía es la continuación de la comunidad cristiana fundada en Antioquía por los apóstoles Pedro (que sirvió como su primer obispo) y Pablo, los cuales son sus patronos. En términos de la orden jerárquica de la precedencia, actualmente ocupa el tercer lugar entre las iglesias ortodoxas de mundo, detrás de Constantinopla y Alejandria. El asiento del patriarcado fue anteriormente Antioquía (Antakya), en lo que ahora es Turquía. Ahora el asiento se sitúa en Damasco, Siria, localizado en «la calle llamada recta». El patriarca actual es Su Beatitud Ignacio IV (Hazim) de Antioquía y todo Oriente.
Historia
Período apostólico
La historia temprana de la Iglesia de Antioquía es detallada en los Hechos de los Apóstoles, donde en Actos 11:26 el apóstol Lucas registra que pasó en esta cuidad que a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez. Debido a la importancia de Antioquía como un centro mayor en el Imperio Romano antiguo, muchos de los esfuerzos misionales de los apóstoles fueron lanzados de esta ciudad. En los siglos tempranos de la historia de la Iglesia, era natural que la Iglesia que residía en Antioquía vendría a ser considerado tradicionalmente como uno de los centros mundiales de la cristiandad. El territorio que vino a ser asociado con el obispo de Antioquía era el de «la Diócesis Romana del Este» (una diócesis era originalmente una división imperial antes llegó a ser una división eclesiástica).
La Escuela Antioqueña
Durante el período antes de Nicea y el de los Concilios Ecuménicos, la teología cristiana centrada en Antioquía tendió a acentuar los hechos literales e históricos de la vida de Jesucristo sobre las interpretaciones filosóficas o alegóricas de Escritura Santa, a contraste de la teología más mística y figurada procedente de Alejandria. La teología de Antioquía, aunque enfatizaba el lado más "mundano" de interpretación, a la vez no descuidaba la importancia del significado más profundo y espiritual de las Escrituras. Estos dos puntos de vista vinieron a llamarse respectivamente la escuela antioqueña y la escuela alejandriana, representados por instituciones catequéticos importantes en ambos lugares.
Las figuras mayores que se asocian con el origen de la escuela antioqueña incluyen a Luciano de Antioquía y Pablo de Samosata, pero su formación verdadera ocurrió por escritores como Diodoro de Tarso, Juan Crisóstomo, Teodoro de Mopsuestia, Nestorio, y Teodoreto de Ciro. A veces, esta diferencia de énfasis causó conflictos dentro de la Iglesia. La tensión entre los dos enfoques llegó a un punto crítico especialmente con respecto a las disputas doctrinales sobre arrianismo y nestorianismo. Los santos como Juan Crisóstomo son considerados sintetizadores de los enfoques antioqueña y alejandriana a la teología. La escuela antioqueña, cuyos defensores más desviados produjeron arrianismo y nestorianismo, también avanzaba la pelea Ortodoxa contra las desviaciones de la escuela alejandriana, como apolinarismo y eutiquianismo.
El Cisma de Calcedonia
Las disputas sobre la cristología del Cuarto Concilio Ecuménico en Calcedonia—la controversia monofísita—en 451 produjo un cisma dentro de la Iglesia de Antioquía, que en ese mismo concilio fue elevada a la posición de un patriarcado. El grupo más grande en ese tiempo repudió el concilio y llegó a ser la Iglesia Ortodoxa Siriaca (llamó también a los "jacobitas" por Jacopo Baradeus, un obispo temprano suyo que hacía extenso trabajo misional en la región). Actualmente este grupo constituye una parte de la comunión no calcedónica y mantiene una cristología un poco diferente de lenguaje que el de Calcedonia.
El resto de la Iglesia de Antioquía, principalmente griegos locales o secciones helenizadas de la población indígena, quedaba en comunión con Roma, Constantinopla, Alejandria, y Jerusalén. Este es el actual Patriarcado Greco Ortodoxo de Antioquía y Todo Oriente que los otros obispos de la Iglesia Ortodoxa consideran ser el único heredero legítimo a la sede de Antioquía.
Las Cruzadas y las conquistas musulmanas
El cisma debilitó mucho la Iglesia de Antioquía, y en 637 cuando Antioquía cayó a los árabes musulmanes, la Iglesia «griega» fue percibida por los invasores como aliada con los enemigos Romano-Bizantinas de los árabes. Durante el período siguiente, los cristianos Ortodoxos antioqueñas experimentaron un período largo de persecución, y había múltiples períodos de o vacío o no-residencia en el trono patriarcal antioqueño durante los siglos VII y VIII. En 969, el Imperio Romano recobró control de Antioquía, y la Iglesia allí prosperaba otra vez hasta 1085, cuando los turcos «seljuk» tomaron la ciudad. Durante este período de más de cien años, la liturgia tradicional occidental-siriana de la Iglesia iba reemplazada gradualmente por la de la tradición de la Gran Iglesia, la Hagia Sophia (Sagrada Sabiduría) en Constantinopla. Este proceso fue completado alguna vez en el siglo XII.
En 1098, los cruzados tomaron la cuidad y establecieron un patriarcado latino de Antioquía para adorner su reino latino de Siria, mientras en Constantinopla continuaba en el exilio el patriarcado griego. Después de casi dos siglos de dominio por los cruzados, los mamelucos egipcios se apoderaron de Antioquía en 1268, y el patriarca Ortodoxo, Teodosio IV, podía regresar a la región. Al fin de todos estos acontecimientos, Antioquía se había reducido a una ciudad más pequeña, y así que en el siglo XIV Ignacio II trasladó la sede patriarchal a Damasco. Allí permanece hasta hoy, aunque el patriarca retiene el título «de Antioquía».
Los turcos otomanos conquistaron la ciudad en 1517, y permanecía bajo su control hasta la disolución del Imperio Otomano al fin de la primera Guerra mundial. Durante este período, en 1724, la Iglesia de Antioquía otra vez fue debilitada por cisma cuando una gran porción de sus fieles se submitieron a la Iglesia Católica Romana. El cuerpo uniato que resultó se conoce como «la Iglesia Melquita Greco-Católica». Actualmente los melquitas mantienen una conexión fuerte con los Ortodoxos, y ahora mismo se está ocurriendo discusiones para curar el cisma y retornar a los melquitas a la Ortodoxía.
La Iglesia de Antioquía hoy
En el siglo XVIII la mayoría de los comunicantes de la Iglesia de Antioquía eran árabes. En 1898 el último patriarca griego fue depuesto, y un sucesor árabe fue elegido en 1899. Así el patriarcado llegó a ser completamente árabe de carácter. Un movimiento fuerte de renovación, entre la juventud Ortodoxa en particular, se ha proseguido desde los años cuarenta.
El Instituto Patriarcal de Teología S. Juan Damasceno (Trípoli, Líbano) fue establecido por el patriarcado en 1970, y en 1988 fue incorporado completamente en la Universidad de Balamand. El instituto funciona como el seminario primario para la educación del clero del patriarcado y de los líderes laicos.
El Sínodo Sagrado de Antioquía incluye al patriarca y a todos los obispos gobernantes. Las reuniones tienen lugar cada año en la primavera y el otoño para considerar los asuntos eclesiásticos y para elegir al patriarca y a otros obispos cuando sea necesario. El patriarca y el Sínodo Sagrado gobiernan la Iglesia de Antioquía para preservar la verdadera fe, para mantener la orden eclesiástica, y para llevar a cabo los mandamientos de Cristo. Además del sínodo mismo, un cuerpo conciliar y general se reúne dos veces al año para dirigir los asuntos financieros, educativos, judiciales y administrativos del patriarcado. Es compuesto de miembros del sínodo y de representantes laicos. Cuando ha de elegir a un nuevo patriarca, este cuerpo escoge a tres candidatos, de quienes el Sínodo Sagrado selecciona al nuevo patriarca.
El patriarca actual es Su Beatitud Ignacio IV (Hazim) de Antioquía y todo Oriente, elegido en 1979. El patriarca Ignatio ha sido especialmente activo en fortalecer conecciones con otras comuniones cristianas, pero especialmente ésas de origen antioqueño. Su Beatitud y el Sínodo Sagrado de Antioquía estaban entusiasmados cuando la Iglesia de Antioquía tomó parte en unos discursos generales entre representantes de todas las Iglesias Ortodoxas Orientales y las iglesias orientales no calcedónicas.
En Anba Bishoy en Egipto y en Chambesy en Suiza, unos discursos plenarios tuvieron lugar, resultando en los acuerdos de 1989, 1990 y 1993. Todos los representantes oficiales de los Ortodoxos Orientales y de los orientales no calcedónicos presentes llegaron a un acuerdo en estos diálogos que las diferencias cristológicas entre las dos comuniones son más un asunto del énfasis que de sustancia. Aunque los elementos en varias las Iglesias Ortodoxas Orientales han criticado el consenso alcanzado por los representantes en Anba Bishoy y Chambesy, el patriarca y el Sínodo Sagrada de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía aceptaron los acuerdos como un movimiento positivo hacia compartir en el amor de Dios y como un rechazo del odio de la división insustancial.
Como el Acuerdo de 1990 recomendó, el Patriarca Ortodoxo de Antiochía Ignacio IV reunió formalmente con el Patriarca Siriaco, Ignacio Zakka I, el 22 de julio de 1991. En esta reunión formal, los dos patriarcas firmaron un acuerdo pastoral que exigió «el respeto completo y mutuo entre las dos iglesias». Prohibió también el paso de fieles de una iglesia a la otra, previó reuniones conjuntas de los dos sínodos sagrados cuando sea apropiado, y proporcionó las pautas futuras para la intercomunión de los fieles y la concelebración eucarística por el clero de las dos iglesias. La Iglesia de Antioquía espera que estas pautas sean publicadas cuando los fieles de ambas iglesias estén listos, pero no antes.
Patriarca Ignacio también ha supervisado también la participación antioqueña en una comisión bilateral con la Iglesia Greco-Católica Melquita, la cual está explorando formas de curar el cisma del siglo XVIII entre los católicos melquitas y los Ortodoxos antioqueños. En un acontecimiento sin precedentes, el Patriarca Melquita Máximo V se dirigió a una reunión del Sínodo Sagrado Ortodoxo en octubre de 1996.
Los miembros del Sínodo Sagrado de Antioquía siguen explorando mejores modos de comunicación y reuniones más amistosas con sus hermanos siriacos, melquitas, y maronitas, todos quienes comparten una herencia comuna.
En mayo de 1997, el Sínodo Sagrado se reunió y declaró que todo el Tiempo Pascual se ha de celebrar festivamente, para equilibrar el largo ayuno de la Cuaresma con un período igual de fiesta por celebrar la Resurección de Jesucristo.
Esta decisión, las actividades diplomáticas, y otros pasos por el patriarca Ignacio y el Sínodo Sagrado, se han criticado por unos elementos dentro del corriente principal de la Iglesia Ortodoxa Oriental y particularmente por unos grupos «de resistencia», quienes se han separado de comunión con la mayoría de la Ortodoxía mundial.
De las iglesias que reciben criticismo por el «ecumenismo», Antioquía probablemente ha recibido la cantidad más grande.
Expansión al extranjero
La extensa inmigración árabe al Nuevo Mundo durante los siglos XX y XXI ha aumentado aún más el tamaño, el vigor, y la influencia de la Iglesia de Antioquía. La mayoría de fieles antioqueños ahora residen afuera del Medio Oriente e incluyen numerosos conversos no-árabes a la fe Cristiana Ortodoxa. Como resultado, aparte de sus territorios medio-orientales en Siria, Líbano, Iraq, Kuwait, Irán, la península árabe, y partes de Turquía, la Iglesia de Antioquía incluye también las diócesis misionales en Sudamérica, América Central, Norteamérica, Europa, y Australia y el Pacífico. La archidiócesis con la población más grande es Norteamérica. Es también la única con diócesis internas. La archidiócesis con el área más grande, sin embargo, es Australia y Nueva Zealand.
Santos antioqueños
Por los siglos, la Iglesia de Antioquía ha sido asociada con muchos santos del calendario eclesiástico. Se incluyen los siguientes:
- Andrés de Creta
- Los Apóstoles Pedro y Pablo
- Babylas de Antioquía
- Sergio y Baco
- Cristóbal el gran mártir
- Daniel el estilita
- Doroteo de Gaza
- Efrén de Siria
- Eustatio de Antioquía
- Jorge el portador de trofeo
- Habib Kheshy (todavía no canonizado)
- Habib
- Ignacio de Antioquía
- Isaac de Siria
- Juan Crisóstomo
- Juan Damasceno
- José Damasceno
- Melito de Antioquía
- Rafael de Brooklyn
- Román el melodista
- Simeón el estilita
- Tecla la protomártir