Cordón de Oración
El cordón de oración, llamado en ruso "chotki" y en griego "komboskini", es un lazo trenzado de nudos, por lo general realizado con lana y, a veces, con cuentas de madera, que se usa para mejorar el seguimiento del número de rezos en los momentos escogidos para la oración privada. Normalmente, se utiliza con la Oración del Nombre de Jesús. Históricamente su forma típica tenía 100 nudos, pero los cordones de oración con 300, 50, o 33 nudos o, comunmente menos, 250 o 12, también suelen emplearse adaptándose a los objetivos de cada orante. Es común igualmente que al final se encuentre anudada una cruz y consta también de unas cuentas en ciertos intervalos entre los nudos. El propósito -la utilidad- del cordón de oración es contribuir a adquirir una mayor concentración en el contenido de los rezos durante la oración y no tanto, aunque también, al conteo de rezos por sí mismo.
Su invención es atribuida a San Pacomio (s. IV) como ayuda para los monjes analfabetos y que estos pudiesen lograr con facilidad un número constante de rezos y de postraciones. Se pretendía que, portando el cordón de oración, los monjes tuvieran siempre presente la prescripción de San Pablo en la Iª Epístola a los Tesalonicenses 5, 17: "Orad constantemente".
En algunos libros rusos de servicios, algunos de estos pueden ser sustituidos, según la necesidad, rezando la "Oración del Nombre de Jesús" un especificado número de veces, normalmente de 300 a 1500 veces dependiendo del servicio que haya sido sustituido. De este modo, si en un momento dado no se dispone, por cualquier razón, de los libros de servicios, los rezos sí pueden ser efectuados. El empleo del cordón de oración se hace en estas situaciones muy práctico.
Una forma más antigua del cordón de oración es el Lestovka, usado por los Viejos Creyentes.
El cordón de oración tiene paralelismos con otros objetos similares en otros grupos y confesiones religiosas; por ejemplo, en el caso del cristianismo romano, el rosario, a pesar de que no tienen relación histórica.
El nudo
Antiguamente, los monjes contaban sus oraciones colando guijarros en un tazón, pero esto era engorroso, y no podían transportarse fácilmente cuando estaban fuera de sus celdas. El uso de la cuerda hizo posible rezar la Oración de Jesús sin cesar, ya sea dentro de la celda o fuera.
Se dice que el método de atar la cuerda de la oración tuvo su origen por el Padre del monacato ortodoxo, San Antonio el Grande. Empezó atando una cuerda de cuero con un nudo simple para cada vez que oraba el Kyrie Eleison ("Señor, ten piedad"), pero el diablo vendría a desatar los nudos para arruinar sus conteos. Finalmente, ideó una forma -inspirado por una visión que tuvo de la Theotokos- de atar los nudos de manera que los propios nudos constantemente formen la Señal de la Cruz. Esta es la razón por la que los Cordones de Oración hoy en día todavía están atados mediante nudos que contienen cada uno siete pequeñas cruces que se atan una y otra vez entre sí. El Diablo no puede desatarlos pues es vencido por la Señal de la Cruz.
Uso actual
Hoy en día podemos encontrar cordones de oración hechos de satín y otros materiales modernos además de la lana de oveja tradicional. A pesar de su amplio uso por los Cristianos ortodoxos (principalmente griegos y rusos), el Cordón de Oración es desconocido en muchas partes del mundo. Inclusive muchos Romano-católicos frecuentemente lo confunden con un Rosario, y por ignorancia algunos hasta lo han usado como collar en sus cuellos.