Filioque

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Filioque es un término latín que significa "y del hijo" y fue añadido en el Credo niceno constantinopolitano por la Iglesia de Roma en el siglo 11, y fue uno de los grandes factores que lideraron el Gran Cisma entre el Oriente y el Occidente. Esta inclusión en el Credo sobre el Espíritu Santo conlleva afirmar que el Espíritu "procede del Padre y del Hijo."

El Credo niceno ampliado por el Segundo Concilio Ecuménico, celebrado en Constantinopla en 381, fue en el que se estableció, siguiendo lo dispuesto en el Evangelio de Juan (15,26b), que el Espíritu Santo “procede del Padre” al decir:

«Credo in únum Deum... et in Spíritum Sánctum... qui ex Patre procédit.»
«Creo en un solo Dios... y en el Espíritu Santo... que procede del Padre.»

Este credo fue confirmado por los Concilios Ecuménicos, y se prohibió cualquier tipo de cambio o añadidura, y es respetado actualmente por las Iglesias Orientales y Occidentales antes del Cisma.

En el año 397, durante el primer Concilio de Toledo, se produjo la añadidura del término Filioque, por lo que el Credo pasaba a declarar que el Espíritu Santo “procede del Padre y del Hijo” al decir:

«Credimus in unum verum Deum Patrem et Filium et Spiritum Sanctum ... sed a Patre Filioque procedens.»
«Creemos en un solo Dios verdadero, Padre, Hijo y Espíritu Santo ... que procede del Padre y del Hijo.»

Esta adición comenzó en el siglo VI, siendo rechazado por varias Iglesias, siendo iclusive rechazado por el Papa. El Papa León III el Grande se opuso a esta añadidura al Credo y mando a grabar en dos láminas de Plata, en griego y en latín, sin la palabra: "y del Hijo" exhibiéndolas en las puertas de la Basílica de San Pedro en Roma, Pocos años después, ascendió el Papa Nicolás, quien oponiéndose a su antecesor, permitió que fueran agregadas las palabras "...y del Hijo" en el Credo.

El Patriarca Focio protestó por esta añadidura. El Papa Juan VIII prometió corregirlo, pero los Papas sucesores de él lo conservaron, siendo aceptado hasta la actualidad la Iglesia Católica Romana.

Filioque como herejía

Hay varias razones tradicionalmente citadas donde se define el "filioque" como herejía, incluyendo las siguientes:

Objeciones con motivos doctrinales

  • Es contrario a la Escritura, particularmente en Juan 15:26: "Pero cuando venga el Paráclito, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Por lo tanto, Cristo nunca describe al Espíritu Santo como procediendo de Él mismo, sino que sólo menciona la procesión del Espíritu en términos del Padre.
  • Las justificaciones para incluir el "filioque" en el Credo (reforzar la divinidad del Hijo y enfatizando la unidad de la Trinidad) son redundantes, dada la redacción original del Credo. Es decir, el Hijo ya es descrito como "luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero" y así continúa. El Espíritu también "con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado". Además, el Credo mismo comienza con una declaración de creencia en "un sólo Dios."
  • El "filioque" distorsiona la Triadología Ortodoxa haciendo del Espíritu un miembro subordinado de la Trinidad. La triadología tradicional consiste en la noción de que para cualquier rasgo dado, debe ser o común para todas las Personas de la Trinidad o única a una de ellas. Por lo tanto, la Paternidad es única al Padre, mientras que la Filiación del Hijo, y la Procesión es única del Espíritu Santo. La Divinidad, sin embargo, es común a todos, como lo es la eternalidad, la no-creatividad, y etc. Al postular que un atributo puede ser compartido por dos Personas a la vez (la fuente de procesión del Espíritu) pero no los otros, sería elevar esta dos Personas a expensas del otro. Por lo tanto, el balance de unidad y diversidad es destruida.
  • Dada la objeción previa, las repercusiones de la aceptación del "filioque" en la vida de la Iglesia son potenciales masivas. Puesto que el cómo nos relacionamos con Dios es significativamente afectado por lo que creemos de Él, las falsas creencias pueden conducir a un daño en la espiritualidad. Una objeción frecuentemente planteada sobre la teología filioquista es que socava el rol del Espíritu Santo en la Iglesia. Por lo tanto, con su rol siendo denigrado, su ministerio tradicional es borrado o reemplazado. La unidad de la Iglesia se hace dependiente de un oficio. la espiritualidad se convierte en adherencia a la letra de la ley más que en su espíritu, los sacramentos vienen a ser entendidos en términos de validez, y un espíritu de legalismo prevalece.

Objeciones con motivos canónicos e históricos

  • Aunque no realmente una cuestion de herejía, una objeción común es la manera en que fue insertada el "filioque" en el Credo. A diferencia de la adopción original del Credo en Nicea y su subsecuente revisión en Constantinopla, la decisión de incluir el "filioque" en el Credo no fue hecha por ningún Concilio. Más bien, fue inicialmente insertado por el tercer sínodo de Toledo, España (589).
  • Roma resistió a la inclusión del "filioque" durante siglos. León III, papa de Roma en el tiempo en que el "filioque" empezaba su historia en la teología Occidental, duramente advirtió contra si inclusión, incluso cuando él concordaba en la solidez y validez de la doctrina contenida en el "filioque". Tiempo después, sin embargo, Roma contradijom su previa estancia más ortodoxa con la promulgación del "filioque", anatematizando así sus propios antepasados espirituales.